Cuando Rafael Camino llega a Quito conforma el “Magia del Folclor Ecuatoriano” con el Sr. Oswaldo Guayasamin y con Paco Coello, en un mes llega a ser subcoreografo de la agrupación, luego en la Escuela de Educación Física de la Universidad Central forma el “Runapac Cushicuna” (Alma de la raza – corazón contento), hace una gran promoción con sus compañeros y con el maestro de Gimnasia el Profesor Cacha Flor; trabaja en Pujilí, en el colegio Belisario Quevedo y va creando algunas coreografías que las conserva hasta hoy como: “Cacería de la Venada” , “Tejido de Cintas”, “Fiesta de San Pedro y San Pablo”, entre otras. Trabaja en el colegio Fisco-misional de Guaytacama y recupera un grupo de danza, pero lo importante es que había muchos indígenas estudiantes que vivían como internos con los que el empieza a recorrer sus sitios de origen para que recuperen su identidad.

Luego en el año de 1979 empieza a formar el grupo denominado “Conjunto Nacional de Proyección Folclórica Herencia y Futuro”, se van sumando hombres y mujeres extraordinarios, porque esta agrupación es de los de ayer, de los de ahora y de los que vendrán después; pasa el tiempo y Rafael muy inquieto por la Danza comienza hacer trámites para que le den un préstamo reembolsable en el BEDE, que después casi le llevan preso porque no podía pagar la deuda, pero ventajosamente tiene 3 personas
muy importantes de esa época que creen en él: José Vicente Mantilla del Teatro Bolívar, el mismo que estrena como Ballet Jacchigua, él le dice: “Esto es de exportación” y Rafael comenta: “pero si no es plátano, no es cacao ni camarón,” a lo que le responde: “es que vos no sabes”; Luego se arrima a un gran árbol, al Señor Eduardo Proaño de Metropolitan Touring, el mismo que luego de ver la primera presentación comenta: ”Por fin Quito y el Ecuador ya tienen uno de los mejores Ballets como otras ciudades del mundo”, pero Rafael seguía sin entender; posteriormente el señor Hernán Crespo lo ve en el Teatro Nacional Sucre, sube al escenario, le abraza llorando y le dice: “Estas haciendo una maravilla en la maravilla” y le pregunta: qué vas a hacer mañana, a lo que Rafael responde: nada, y le lleva a Ingapirca, no duermen 2 noches y pasan conversa y conversa, regresan a Quito y le vuelve a preguntar qué vas a hacer mañana y Rafael responde: nada, él le dice: tienes que venir al Banco Central para seguir conversando…. y comienza el gran proceso de promoción de la cultura del Ecuador a los quiteños, ecuatorianos y al mundo, demostrando la importancia de ser una persona que ha convivido en comunidades indígenas y mestizas, desarrollando productos culturales para trascender como un grupo hecho por ecuatorianos.